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Desde hace millones de años, el cielo a la tierra la esta mirando. Sin firmar compromisos entre ellos, el mar y los astros. Unos y otros se van observando, mantienen distancias de algún secreto acordado. Y sin firmar en el espacio, han jurado amor eterno. Que no los interrumpa nadie y desde sus trincheras seguirán jugando.
La lluvia, el calor y el viento, ordenados, alborotados y juguetones, mecerán los días, meses y años de las diferentes estaciones.
Nadie va a comprometerlos, ni estudiosos meteorólogos ni videntes con anteojos ni naves y cohetes espaciales. Esperemos que no detengan su rumbo ni cambien su natural lugar y variaciones.
La lluvia, el calor y el viento, ordenados, alborotados y juguetones, mecerán los días, meses y años de las diferentes estaciones.
Nadie va a comprometerlos, ni estudiosos meteorólogos ni videntes con anteojos ni naves y cohetes espaciales. Esperemos que no detengan su rumbo ni cambien su natural lugar y variaciones.