Abriendo puertas y ventanas, pasan aromas de arbustos, flores y plantas. Aire limpio y transparente, una perfumada y joven mata de Lavanda esparce ramilletes por doquier dentro de la casa.
Se aloja con la inspiración lenta y profunda, un azul-violeta y verde fragancia. Un poema que destila ritmo y cuelga saquitos de hierba entre las prendas.
Ya se huele, ya se acerca, cada día un poquito más el festival aromático de primavera.