En términos estivales y vacaciones
vamos arrimando cada uno el ascua a su sardina
ambiente de playa y mar...
río y montaña
Ciudad buscando sus horas con menos saña..
Brisa suave y cálida, noches de sensaciones
burbujas y baile
Entre la noche de San Juan y la de San Pedro
como el barco que va de puerto en puerto
Besos salados, pasión y fuego
también humo,
humo de magia, ilusión.
Comenzando en la arena, el calor nos espera
Esas noches de verano, en que -el y la- calor nos quita el sueño
y sin embargo desde la orilla reparte reflejos y alucinaciones
Soñando con ese barquito que se hace a la mar
bajo la atenta mirada de la luna
Navegamos!
Oh! Verano que trabajas a destajo, por que no descansas como todo qué y quién necesita, dándonos un respiro ?
Días de sol qué en cualquier momento, pueden sorprendernos con una breve tormenta.
Formando en el cielo un colorido paso por donde San Miguel milagrosamente entra, dejando más calorcillo, implorando una estancia más larga.
El verano no lo inventamos. Cuándo llegamos a este mundo, no llevabamos ni pañales, y él ya estaba esperando. Nuestro regalo en pago fueron los inconmensurables textos, poemas, música, pintura y festejos que fue ganando grado a grado. Y los Gº que se le van sumando, no todos, han sido, son directa o indirectamente por intervención del humano. Y por aquello inexplicable que aun no sabemos y desconocemos.
No sé si los Arcángeles y todos los Santos podrán obrar un milagro, interceder por nosotros, empezando por algo humilde, una sombra, mar, ríos, refrescos... para no sudar tanto.
Hágase el milagro
No hay un sólo verano, hay tantos como humanos, con más o menos grados
No hay comentarios:
Publicar un comentario