Llega la medianoche, el cielo libre de asaltos de falsos morados, lastre y rémora que por fin dimite como globo pinchado.
La calle tranquila, el cielo feliz se pone el pijama y a saltitos se va a la cama.
Dormirá sonriendo, a la espera de celebrarlo mañana.
Bien se merece el cielo un poco de calma, descorchar una botella y brindar.
Arrivederci Lucas
Me alegro que el asalta cielos con agua al cuello dimita por la alcantarilla. Ojala se fuera lejos, pero no creo, sabe proliferar como los hongos y bacterias. Es su modo de vida, asaltar cielos, asaltar carteras... y crear conflicto.
Se puede
Puede ser...
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