jueves, 3 de noviembre de 2022

El experimento

 






Flores sobre inscripción y grabados, flores fuera de abriles y mayos.
Crisantemos, gladiolos, liliums, nardos... para el 1 de noviembre, día de Todos los Santos.


Tranquilos, esperando visitas, flores. Recuerdos relámpago resucitan, flotan sobre cementerios adornados por el himno y sentimiento humano que sobrevive a su sostén de  carne y hueso.
Dónde estén, aquí, en el más allá, en sala de espera, en una habitación celestial, en volverlos a pensar. 
De vivos a muertos, de tumba a nicho, de panteón a mausoleo, de flor a ramo, de piedra a mármol, un día de sol, una noche de luna y velas. Tan vivos, como se quiera.

Pasó como un suspiro el hermoso martes de Todos los Santos.
Descansen en Paz.



 El cacareo

(Del cómo se parece un huevo a una castaña)
o una castaña a un huevo. Que lo mismo es, y lo mismo da.


Monchita, la de las artes bellas y bellas artes,
ocio y tiempo libre de tus alas
horas sacas para escenas de amor y guerra

Monchita la de los huevos de oro,
uñas en rojo y sencilla cresta,
corre y corre, de puntillas álzate y vuela,
sonríe a las nubes, que haces tuyas sus parcelas.
Monchita de nombre,  de apodo, Muchopico Picapoco  
Salta y parpadea del telón a la cuerda. 
Despierta Monchita, despereza tus plumas, y en la madrugada, 
expande las alas y a qué hora... cacarea 






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