En el calendario caen las hojas, caen los años, se van deshaciendo entre las manos. No quedaran impunes las malas intenciones, se pagara muy caro , lo anunció, dicen.... el arquitecto del primer mundo y plano. En año bisiesto llegara algún dossier político llamado… se termino la crisis, de hace dos años.. o más. ( yo ya he perdido la cuenta). Llegará una nave nodriza a la velocidad de lo nunca visto, con una bola de cristal, formulando una ecuación astral y declaración de felicidad. Un nuevo anillo de algún planeta conocido, como una verruga se originara y será un nuevo virus que surge del contaminado espacio, lugar hoy de ocio para los forajidos y perdidos de los que nunca más se sabrá. Allí también la ingravidez y sin gravar y sin pesar ,deben pulular, las mafias y la camorra… Otro anillo descomunal, por algún mirador se asomara. Y mientras todo esto sucede.. el calendario dirá.. que el cabello se le vuelve pobre y cano. Van pasando los años, el presente, ya se ha vuelto pasado, la piel se arruga y les sale sarro y caries a quien de política no sabe. Por muy buen dentífrico que gasten y sus cepillos rasquen. Acabaran en una clínica dental, donde los implantes de circonio serán pagados por los ciudadanos. Y de los vacíos y agujereados bolsillos, aun hayan duendes que les metan mano.
¡Quietos paraos! sinvergüenzas, atracadores del espacio sideral.. aquí no tienen nada que rascar..
Botica del calendario, versión: mic-mic
Futura entrega versión ; australopithecus
