martes, 10 de agosto de 2021

La hormona del crecimiento

 





El alimento y la hormona del crecimiento



Yo tuve tres maridos, y a los tres envenené...

polvitos de la piturritis en la sopa

salsa en la carne

castaña confitada

marrón glace 

y gotitas en el café.


eso, eso va a ser....



Aquellas yayas y yayonas cantaban en los fogones, entre colada y colada,  deslizando por habitaciones y alcobas... trapos y escobas...

"¡Ay ba, ay ba!"

ay babilonio que marea..... 


Los abuelos y papás veían embobados a Sara Montiel y su postureo.  Sonreían quedando con la boca abierta, ante aquella mujer imponente que tan bien lucía a través de la pantalla.

Hay que reconocer que eran otros tiempos, en los que no existía  variantes del divertimento.

Una de las que cantaban con más regodeo y soltura, " Yo tuve tres maridos y a los tres envenené". Distendida vocalización ocultaba trama y deseo, alguna idea e íntimos secretos... 
 jajajaa  Tal vez sólo eso, un deseo irrealizable, por tan sólo unos segundos.

¡Canta cigarra canta!

Sus voces finas y contagiosas entonaban emulando aquellos tiempos de vedettes y artistas...
Seguirían hasta perder la memoria, cantando sin complejo y delantales ante la atenta escucha de vecindad y familiares...

Esos tiempos, no, no volverán....




 

Cuánto ruido de cubiertos en la mesa cuando rozaban los platos. Los ensayos del tenedor más atrevido repiqueteaban en vasos de distinto nivel en contenido. 


Hablando de contenido, el de una guitarra

y Carlos Santana.



...  mientras se come, no se habla...


No hay comentarios:

Publicar un comentario