viernes, 1 de octubre de 2010

Los desayunos de Julieta






Como todos los días, le agradaba cumplir cierto ritual , su feliz condena.
Abrir los ojos y bañar las letras en el desayuno mañanero, con bizcocho y mermelada casera. Descubrir un titulo con su contenido sorpresa. Como hace tiempo y casi todos los días, había quien iba dejando en el ciberespacio, violetas..
Frases y piezas, en ellas, muchas veces va parte de una vida con peso y sin maleta. Sentimientos disfrazados de imagen e intercambio de palabras, grafismos que se iban manifestando en líneas. Alegrías, decepciones, vacaciones y viajes, una huelga, tomar con alguien unas copas, algo que ocurrió antaño o sucesos recientes… Era su placer leer en los desayunos siempre.
Y es qué unos días, encontraba escritos que al leerlos se transforman en caricias y otros… el mal humor, la estampa triste o desoladora. Perro que muerde y además ladra, aunque la cuerda que le sujeta este tirante y la calma más qué quieta.. - se decía Julieta-.

Mañana, es el día siguiente, en que hay que volver equipados… fonendoscopio y un aparato lleno de electrodos, que mida latidos y presiones.... y ojala a nadie le hiciera falta un marca pasos.
Otro día más. Leer, descubrir, un nuevo regalo para abrir, es igual que este soleado que nublado...
Sensibilidad, opinión y sentimientos, qué es de lo que estamos hechos, y también de silencios… Así tomaba Julieta el desayuno, sin perderse ni uno



¡ Buenos días !



lienzo de J Mateo Robles


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