martes, 26 de febrero de 2019

Capricho de martes





El capricho de un martes



Ahí están deliberando, volátiles y juguetones
Cerebro y elementos invasores, sin verse se huelen, 
forman parte de nosotros por un instante, y otras, 
formaran parte de un recuerdo.


Paseos sensoriales

Será la calle con su aire,
la colonia de la niña,
su muñeco...
será, el ambientador de un establecimiento saliendo por su puerta automática.
Serán mis pasos sobre el olor de las aceras...
Las ramas de unos arboles, podadas, oliendo a herida
La envolvente selva en un reducido espacio, de la mochila en piel y su estampado.
El bolso de rafia, seco aroma a hilo y palma...

El champú que esta secando en la cabeza color castaño

Revolotea el aroma a café, y..
crujiente masa de hojaldre que acaban de servirme
 Mezclándose con las fragancias que regalé este fin de semana.. tilo, salvia, romero y menta.
(puedo asegurar que lo venden por Internet y en cualquier tienda, incluso puede ser casero).


Será que ha llegado..., abro los ojos adormilados,
ya acomodado , el camarero le toma nota..

El aroma a café, va subiendo de intensidad a medida que entran más clientes a desayunar.

Martes que nos mantiene alerta hasta que el sol se pone. Y el olfato, despierto tiene una labor única y estresante.

Hay días que se aromatizan con variación de luces. Estaría bien pudieran capturarse en un estuche.

Hay martes que nos sentimos hombre lobo, y que en el fondo somos más animales de lo que nos creemos.






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