Malditos electrodomésticos , tarjeta virtual y muñecas con enormes lazos en el pelo.
Duro entrenamiento para salir al ruedo. Que si la oreja, que si el rabo, lluevan pues claveles rojos y tiesos para el torero.
Besos en plaza, bofetadas en cuadrilátero.. pero el fiambre siempre en nevera y el marisco qué no se pudra, al cajón de congelado.
De los clásicos, turrón y mazapán, y brindis con burbujas bien frías.
El virus del amor hace alegres las mesas con unas copitas de ritmo y música.
Queda menos, y casi a punto de caramelo, habrá que ir pensando cómo decorar la mesa... y dónde poner los regalos.
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