domingo, 2 de abril de 2023

Palmas y palmitas






Estamos de Domingo de Ramos pasando el día con huevos de chocolate y las monas de Pascua. 
Juntitos y revueltos, del dicho al hecho mezclando palabras. Del labio a la labia y al hablar por los codos. Los Santos mantienen la boca cerrada, conocen a las moscas y saben de que son capaces.

Pero ¿cuándo dejaremos de hablar de los muertos, para hablar de los vivos medio muertos?
Hoy se habla de  niños, hijos y de los padres, de los nacidos y no nacidos, del aumento y variedad de familias.  Sí pero No, Sí es No, No lo Sé,  No pero Sí, Sí Sí, Ya Veré, Según Me De, Tal Vez Podemos Irnos por dónde nos Metimos. Tal vez No puedan, o No les dejan Irse el contrato de por vida.

España tiene color y música, olor a tradiciones, flores y procesiones de Semana Santa. Huele el ambiente a cera de antes, pero las velas hoy funcionan a pila y batería para evitar resbalarse. 
Tambores, y redobles de silencio... abriendo espacio al respeto. 

España es de macetas, azulejos rotos y repuestos, de oro liquido y oro en polvo. Brisa y aires de abril y de vez en cuando asoma un siroco. 
De calles y plazas, aromas y sabor a tortilla de patata, vino tinto, jamón ibérico y de bellota. Cerveza muy fría cuándo el calor por los cuatro puntos cardinales contraataca. 

Pero existe un problema, no es ciencia ficción, la cocina lleva firma y autor. España está enferma, necesita urgente de transfusiones, tiene tocados seriamente sus órganos vitales. Y de eso, hay actualmente responsables. Unos ineptos, unos zánganos y otros miserables, la tienen secuestrada. A su vera el buen y mal ladrón la custodian. Ambos, capaces son de sacarle por las costillas un pulmón y por el otro costado el hígado, el bazo, las tripas.


Sobran ladrones, ególatras y lameculos. Sobran dictadores y burros de libro.

Faltan tíos de la vara, que saneen los cimientos de este  ruinoso edificio.






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