Siendo un día festivo por mi tierra, unidos van San Pedro y San Pablo que son celebrados cerquita del mar por todo lo alto. Y no precisamente por asaltos y ser propietario de la llave del cielo.
Una vez terminada la festiva jornada, los enviaremos de vuelta dónde pertenecen. Si en mi mano estuviera, cambiaria la fecha del santoral, para celebrar su día por separado.
No son santos de mi devoción, ni a los que dar un voto de confianza. A no ser, como las reinas, Reinas por un día.
¡A otra cosa mariposa!
El peligro es volver a repetir el ciclo, los mismos capullos, gusanos...
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