Madrecita

Madrecita, ¿Te acuerdas de los cuentos que me contabas?

Cantos de sirena. A lo lejos se oyen las trompetas del pastor, el nuevo dios avanza a sus anchas en sus andanzas.   ¡Ohhh! ¡Ohhh!. luz divina, estela y fulgor.  

Ohhh tú!, de nuevo por aquí, después de unos días de reflexión.

Retroceda años y recuerde aquello de la tierra prometida, escuchado en cualquier escuela, la carta a los reyes magos en la que pidió en primera instancia por si y sus deseos. Adornando eso sí, de generosidad para hermanos, primos y amiguitos del barrio. Y pedir carbón amargo, para aquel que no le baile el agua y deje sobornar por chuches y baratijas. 
El paraíso en el que vivir, felicidad cada día y mucha, pero que mucha paz universal. Tanta bondad, que no se precise unidad policial. Impere la generosidad, un trozo de queso y un tarrito de miel envasado en cristal a reciclar. Ni lobos, ni abuelitas, solo la querida caperucita con botas, el gato con tacones y calcetines rojos.  De cabras que sean trece y no siete para dar más suerte y leche. De cerditos, tres; pero que vengan con casitas de serie  áticos dúplex con jardín y piscina prefabricada.  Y el niño que cuida las ovejillas: por tres veces a las voces .. ¡ qué viene el lobo, qué viene el lobo! . Cambien ya la exclamación del muy cansino,  aun así siguen subiendo desde el pueblo a rescatarlo una y otra vez, caen en sus trampas y mentiras de memo.

 

Salsa con gusto no pica... pero algo de acidez, una ligera escozor en la garganta a la altura de la tráquea, dará,¡¿digo yo?!, una buena alergia como poco.

Mira tú; de frutos y vientres. Amén

 De Jeremías.

18El SEÑOR me lo hizo saber y lo comprendí. Entonces me hiciste ver sus obras. 19Pero yo era como un cordero manso llevado al matadero, y no sabía que tramaban intrigas contra mí, diciendo: Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que no se recuerde más su nombre. 20Mas, oh SEÑOR de los ejércitos, que juzgas rectamente, que examinas los sentimientos y el corazón, vea yo tu venganza contra ellos, porque a ti he expuesto mi causa.…

Madrecita madrecita, que me quede como estoy.