lunes, 13 de abril de 2020

Haciendo la mona




Mucho auricular, mucha pantallita... una concha para protegerse de la vida. Poca realidad, mucha fantasía... y el trasero destapado sin mascarilla.
No hay otra opción,  hay que estar en casita por prevención, bien lavados para evitar nada nos santifique.
Enfermar es gratis, si cada enfermo tuviera que pagar por las atenciones y dedicación del personal sanitario a muchos los dejarían en el esqueleto.
Por eso hay que dar las gracias no a la vida, sino a valientes  auxiliares, enfermeros y doctores.


Guerreros desarmados con una atención y trabajo inmejorable, trabajando a destajo, se tienen ganado el cielo con el sudor de su frente.
Pero los aplausos de poco creo que valen para erradicar lo que corre libremente.

Mejor en casita, después del trabajo , de hacer compra,  salir para lo justo y necesario.
Porque los cementerios se quedan pequeños en esta maldita guerra. Los muertos suman y siguen desgraciadamente y sin  despedida digna.

Asomaremos a los balcones a dar palmaditas, saludar a los vecinos con una gran sonrisa y a seguir la vida. En el hogar discutiendo que preparar para comer, y cómo acabará esta guerra. Guerra que nos ha regalado una pandemía , quitado libertad y algunos proyectos que teníamos en breve.

A ciegas y sin protección andamos, peor es la censurada información , la ignorancia, las mentiras.  Si sabemos sumar....  eso son tantosmil, y más lo que ha de seguir.

¿Podríamos estar mejor?

Ahora entiendo bien que es 'libertad', y no sólo la bonita palabra.




“se miente más que se engaña: y se gasta más saliva de la necesaria..."  

Antonio Machado





Lunes de Pascua



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