martes, 10 de septiembre de 2019

Días kilométricos







El mar no es mío, pero lo tengo desde que he nacido. La tierra no es mía, pero si es por mimos, un collage de cucamonas le ofrezco.
El cielo no tiene dueño, vitrina sin ventanales para la que no hace falta llave. Procesión de infinitos dónde florecen volátiles nubes rellenas de sueños que al ser pinchados llueven sobre esperanzados mortales.



Sobre dos ruedas, se pone en marcha aventura y carretera
La vida presta chupa de cuero, comparte máquina de hierro y acero..
Viste de negro y añade melodía a los amores moteros..
Las calles aún están en silencio, las mañanas se despiertan
y antes que irrumpa el sol, por una rendija, se arranca temprano la brisa desayunando con las primeras luces.. y calentando motor
El día es un mapa de líneas y cruces, algunos círculos bien trazados, otros con toda seguridad un garabato. 

Caminos de sol y sombras, de futuros destinos y desplazadas siluetas.. 
A cuatro tiempos arranca el atardecer, y a la carretera la ilumina la luz del faro apuntando kilométricas lunas de asfalto...










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