En las mil y una noches, delitos menores…
Inocente telepatía entre duendes y hadas, entrecruzan sonrisas con varitas mágicas. Al anochecer, cuando sale la luna, comienzan a desperezarse y sembrar el bosque de travesuras......
.…………. Saben leer. Saben reírse de sus propias locuras. Observan y no juzgan lo animal y tonto en que puede convertirse el hombre.
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