Unos destilan La panthere de Cartier y otras dejan la huella de La pantera rose
I. El mundo de la fábula.
1. Invocación
Las dos luchas.
"¡Oh Musas de Pieria (1), que obráis con los cantos la gloria, venid y contadnos de Zeus (2), dando himnos al Padre! (3). Son por él los mortales oscuros, por él son ilustres, nombrados o anónimos, gracias a Zeus prepotente (4). Fácilmente da fuerzas y fácil al fuerte derrumba, fácilmente confunde al soberbio y exalta al humilde, fácilmente endereza al injusto y extingue al ufano, Zeus, que truena en los cielos y altísimos lares habita (5). Oye, mira y escucha: Justicia encamine tus normas, ¡oh Tú! Mientras, yo contaré unas verdades a Perses (6). Bien se ve que no hay solo una clase de lucha: en el mundo son dos: una, aplausos tendrá del varón que la advierta, censuras la otra; respiran aliento contrario. La una acrecienta la guerra y discordia dañina, ¡cruel!, no hay mortal que la quiera, sino que, forzados por ley de los dioses, dan honra a Discordia insufrible (7). A la otra, engendróla, primero, la Noche sombría, y el Cronida, señor de la altura que mora en el cielo, la asentó en las raíces del mundo, útilísima al hombre. Ella incluso despierta al trabajo al de brazo remiso; anhela trabajo quien mira al varón opulento que se afana en labrar y plantar, y poner bien su casa. Y envidia el vecino al vecino que busca, afanoso, caudal: esta lucha sí es buena a los hombres. Y envidia el ollero al ollero, y lo mismo el artista al artista, como pugnan mendigo y mendigo, cantor y cantante (8). ¡Oh Perses, tú fija en la mente estas cosas! La lucha gozadora del mal no te vaya a apartar del trabajo y ponerte a atisbar los litigios, de escucha en la plaza (9). Apenas le queda ocasión de litigios y arengas al hombre que en casa no tiene cosecha abundante del tiempo, de frutos que brinda la tierra, del trigo de Deméter (10): saciado de él, los litigios y pleitos pondrás a los bienes de otros: mas ya en el futuro no podrás repetir tal conducta; saldemos el pleito con íntegros juicios, que son los mejores, pues manan de Zeus. Ya partimos la hacienda, y tú te llevaste rapiña abundante además; bien mimaste a los reyes (11) venales, que préstanse a hacer semejante injusticia. ¡Majaderos! No saben cuan grande es Mitad, más que el Todo, ni cuan rico tesoro nos brindan asfódelo y malva (12). 1 .-Traducción de Antonio Gonzalez Laso (1964)"
Hesíodo - Los trabajos y los días...
Todo suma...
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